
POEMAS Y SONETOS DEL AUTOR
BIENVENIDOS A MI RINCÓN POÉTICO
Ojalà os guste la composición de este espacio cibernético, su contenido y su contexto. En ésta Web, os quiero mostrar mis versos creados al albor de una época de mi vida, dónde mí espíritu y mi mente convivían con la soledad, en un mundo de sombras y relámpagos, aturdido por los contínuos y ensurdecedores truenos.
Os agradecería que valoráseis su contenido con resignación, paciencia y sensatez. Os pido que seáis humildes juzgando, justos justiciando y sensatos catalogando. Para un buen juicio, hacen falta una buena ley, un capacitado juez y una defensa; y con estos tres factores los dos elementos esenciales de un buen Tribunal de Justicia: sentido común y libertad jurídica.
En defensa del contenido de ésta Web, cabe decir que su autor o creador, es un inmigrante que solamente tiene la formación básica escolar, adquirida en aquella década de los cincuenta. Su bagaje didáctica está fundamentada en la experiencia, su convivencia social y anhelo por saber más, recaudando con la lectura lo poco que sabe hoy en día.
Porque así soy y así pudo ser, os ruego seáis comedidos/as juzgando mí poesía. Hay un sólo elemento qué puedo propagarlo con orgullo y derecho y que nadie me puede negarlo: pueda que los versos míos carezcan de armonía, aciento o técnica, pero tienen rima y métrica, fruto de mi corriente sangüinia enriquecida por el suero poético, heredado al nascer, de mí bisabuelo José Alves dos Reis; afamado poeta en el siglo XVIII en Tierras lusitanas.
De todas formas, la poesía no debe ser cosa de catedráticos, licenciados o burócratas; la poesía es arte y sentimiento. Como arte, puede ser realizada con técnica y sentimiento, pero también con armonía y rima por la voz popular.
Sed honestos. Juzgad con sensatez, y tomad como princípio para vuestra sentencia, la humildad, el reconocimiento y la cordura.
Escribo porque me lo pide el alma, me incita el corazón y me excita la sangre que corre por mis venas. Escribo porque me gusta escribir, porque soy feliz escribiendo.
¡Qué anarquía más hermosa!... Me inspiro en mi fatalidad amorosa y soy feliz evocándola en mis versos. Esto no es arte, es poesía.